Origen del Día del Peluquero

El Día del Peluquero es una celebración especial del calendario argentino que tiene lugar cada 25 de agosto. Esta fecha tiene como objetivo homenajear a todas aquellas personas que se dedican a ejercer una de las profesiones más estéticas del mundo. La celebración se origina gracias a la santificación de Luis IX en Francia… ¿Quieres conocer la historia? Sigue leyendo.

¿Cómo nació el Día del Peluquero?

El origen del Día del Peluquero se remonta al siglo XIII, época en el que el peluquero debía ser hombre y quienes eran los encargados de mantener las pelucas que luego utilizaba la nobleza. Durante ese tiempo, los peluqueros formaban parte de la plebe y prestaban sus servicios únicamente a la nobleza.

Luis IX fue el primero en declarar a su peluquero como “hombre libre”, y eso, automáticamente le cambiaba la jerarquía social y le otorgaba un nuevo prestigio. Se eligió el 25 de agosto para celebrar el Día del Peluquero porque esta fue la fecha en la que la iglesia católica santifico a Luis IX.

En Argentina, se comenzó a celebrar ese día desde el 1877 cuando Domingo Guillén, peluquero y director de teatro, organizó en el Teatro Coliseo un evento en el cual se fundó la Sociedad de Barberos y Peluqueros.

Ahora, te traemos 3 consejos que tu peluquero quiere que sepas.

3 consejos en el Día del Peluquero

No vayas a la peluquería sin lavar tu cabello desde hace una semana

Este es uno de las cosas que hacen muchas personas cuando piensan visitar la peluquería. Ir con el pelo sucio y sin desenredar por más de una semana, solo hará que todo el proceso se ralentice. Está bien que algunos tratamientos que pueden afectar tu cuero cabelludo y necesita que lo tengas sucio, pero con unos días basta. No abuses.

No le metas prisa

La peluquería es un arte y un oficio que lleva tiempo y dedicación. No intentes acelerar las cosas. Esto no solo es molesto sino que además puedes afectar los resultados. Por ejemplo, si te dejan demasiado tiempo la mascarilla, es por algo, ellos son los profesionales. Deja que hagan su trabajo, es por tu bien. Esto quiere decir que para ir al peluquero debes sacar tiempo suficiente,  no lo dejes para último momento.

Ojo con lo que pides

Si les dice que hagan lo que quieran o lo que mejor les parezca para ti, harán justo eso, lo que quieran. Cada peluquero tiene su visión y su opinión de lo que te podría quedar bien al ver el estado de tu cabello y según tu estilo de ser. Así que si no quieres llevarte sorpresas se muy específico con lo que le pides a tu estilista de confianza.